

El blog para lo muy especial: análisis a fondo, lo curioso y hasta lo medianamente trascendente pero con un intrínseco valor noticioso
Plaza Pública/Miguel Ángel Granados Chapa
Anteayer comenzó a operar un nuevo servicio de televisión satelital, que hará competencia directa a Sky, hasta el lunes único distribuidor de señales llegadas del cielo a los receptores, y también al otro gran sistema de televisión restringida, o de paga, que es el de la difusión por cable. Por eso, la nueva opción entró al mercado en medio de una polémica que tiene aspectos jurídicos pero también implicaciones económicas y políticas.
El nuevo servicio se llama Dish México, y empezó a operar en las ciudades de Puebla y León. Resulta de una alianza entre EchoStar, un consorcio fabricante de equipos para satélite, y MVS Multivisión, que ya opera un sistema de televisión difundida por microondas, MASTV, con más de medio millón de clientes. El proyecto que ya entró en operación busca ampliar ese mercado con una oferta de 25 canales por una renta módica, más baja que las más económicas ofrecidas por las cableras y Sky. Su menú no incluye los canales del duopolio: Televisa y TV Azteca, que sin embargo pueden ser sintonizados por los receptores de quien contrate Dish México como lo hace cualquier televidente.
Plaza Dominical/Miguel Ángel Granados Chapa
Felipe es el nombre que como testigo protegido, adoptó el ex agente federal mexicano Alberto Pérez Guerrero, detenido en los Estados Unidos y que en julio pasado, en declaración rendida en la embajada mexicana en Washington ofreció la información que dio lugar a la Operación Limpieza, que lleva a cabo la Procuraduría General de la República, y que ha incluido la detención de altos mandos de esa Procuraduría y de la Secretaría de Seguridad Pública.
Lydia Cacho
Sería un mundo habitado por el silencio, una fiesta para los criminales, un aliciente para los políticos corruptos
Sergio Arau se preguntó qué sucedería si toda la población latina de California desapareciera de la noche a la mañana, ¿se daría cuenta Norteamérica del aporte a la economía, la cultura y la vida cotidiana que 14 millones de personas hacen al estado de California? Arau plantea que, a veces, las sociedades no pueden valorar lo que tienen hasta que lo pierden.
Hace una década reporteras y reporteros de México comenzaron a desentrañar las historias de los cárteles de la droga. El PRI mantenía negociado el silencio sobre las mafias, a José Luis Santiago Vasconcelos lo entrenó la DEA para ser fiscal antidrogas, y el entonces gobernador Mario Villanueva acosaba, amenazaba y perseguía a periodistas que se atrevieron a escribir sobre sus vínculos con el narco. Fueron las y los periodistas quienes lograron que la sociedad comprendiera a lo que se enfrentaría. Cuando Felipe Calderón tenía una incipiente carrera política y no hablaba de narcotráfico, el periodismo mexicano advirtió la posibilidad de que el crimen organizado se apropiara de pueblos y ciudades, de policías, alcaldes y gobernadores.
Personas como José Armando Rodríguez Carreón, reportero de El Diario de Juárez, nos enseñaron el significado de la ética periodística, del compromiso con la comunidad. Hace cuatro días fue asesinado por los narcotraficantes a quienes investigó durante años.
El periodismo es una linterna para iluminar al mundo; un buen periodismo nos permite entender lo que sucede en nuestra comunidad, nos ayuda a revelar aquello que impide que nuestros derechos humanos se respeten plenamente. Un buen periodismo educa, descubre, revela, ayuda a formar opinión; enciende una flama que ilumina al mundo; que incita nuevas ideas y genera procesos de solidaridad global. Estos a su vez, sensibilizan a más gente sobre la tragedia del dolor humano provocado por los humanos. Un buen periodismo hace la diferencia en la velocidad con que la sociedad reacciona ante un genocidio o un temblor. Cada vez que un gobierno como el mexicano permite la impunidad del asesinato de una reportera o reportero, no sólo arrebata a la sociedad su derecho de conocer la realidad, silencia también a quienes temen perder la vida por decir la verdad.
Imaginemos un día del mundo sin periodistas. Nadie sabría lo que sucede en su comunidad. Ni el clima, ni el tráfico, ni los peligros, ni las buenas nuevas, ni los pequeños milagros cotidianos. Sería un mundo habitado por el silencio, una fiesta para los criminales, un aliciente para los políticos corruptos y abusivos. Un día sin periodistas es lo que nos espera si la comunidad internacional no reacciona adecuadamente ante el silenciamiento de las y los reporteros del mundo que muestran las violaciones a los derechos humanos.
Albert Einstein decía que el mundo es un lugar terrible, no por lo que hacen los malos, sino por aquello que las personas buenas dejan de hacer. Conversando con un general, le escuché uno de los elogios más grandes para cualquier periodista. Dijo que hace años él logró comprender la sicología del narco mexicano gracias al periodista Jesús Blancornelas.
En su soberbia tanto el Presidente como muchos gobernadores subestiman los asesinatos de periodistas. Ahora con la guerra, han olvidado que durante años las y los reporteros fueron quienes le explicaron a México cómo, cuándo y dónde nacieron, se reprodujeron y fortalecieron los cárteles de las drogas que hoy devastan a México.
Sería insano para
Para que hoy se tenga presente la conciencia de Gómez Mont acerca del modo en que Salinas Pliego maneja una concesión en ese campo, reproduzco íntegra la carta abierta que el entonces abogado litigante, miembro del despacho Zinser, Esponda y Gómez Mont, dirigió al presidente de TV Azteca, que se explica por sí misma y está fechada apenas el 26 de abril de este año:
“El día de ayer fui advertido a través de su representante el señor Joaquín Arrangoiz, que sería vilipendiado en las pantallas de TV Azteca si mi despacho aceptaba el patrocinio profesional de un determinado asunto en contra de dicha televisora. En la noche se cumplió tan valiente oferta.
“Estas circunstancia me obliga a hacerle las siguientes precisiones:
“1.- El abuso de poder que significa utilizar las pantallas de dicha televisora para servir a sus intereses muy particulares, no es nuevo y cada vez resulta más patético. El carácter social del medio de comunicación que usted controla cotidianamente, se ve traicionado por tan arbitrario proceder. Frente a su arrogancia le respondo con el desprecio, frente a la pobreza de sus recursos le ofrezco sinceramente mi compasión.
“2.- Mientras usted, señor Salinas, está dispuesto a hacer cualquier cosa para proteger lo que usted estima como su dinero, yo estoy dispuesto a asumir cualquier costo por defender mi honor.
“3.- Mientras que usted sólo busca capitalizar en su provecho a sus relaciones personales, yo estoy hecho a honrar las mías. Eso lo saben de sobra mis amigos y nuestros clientes. Le aclaro que no desempeño cargo ni comisión alguna en el Gobierno federal y que la independencia que caracteriza el ejercicio de nuestra firma a la que pertenezco, no está supeditada ni potenciada por relación alguna con el poder.
“4.- Como bien recuerda, fue usted quien amparado en su relación equívoca con la pareja presidencial, en el año 2003 ordenó impunemente la agresión a las instalaciones y al personal del Canal 40 en el Cerro del Chiquihuite. Nosotros, bajo el amparo de la ley y la justicia de nuestra causa, resistimos exitosamente una más de sus arbitrariedades. Hoy, como entonces, nuestra competencia profesional se construye sobre tales fundamentos.
“Pero no tema, señor Salinas, a esta fecha no se nos ha solicitado el patrocinio del asunto que tanto le afecta. Le deseo suerte a quien lo acepte. Seguramente tendrá la razón”.
La carta concluyó con una posdata dirigida a Arrangoiz: “Joaquín, recuerda que quien con lobos se junta, a aullar se enseña”.
Salvo que el presidente Calderón ignorara esta circunstancia y que Gómez Mont no se la hiciera presente, el nombramiento del Secretario de Gobernación indicaría un cambio de actitud ante las televisoras, que antes fueron capaces de forzar el despido de Santiago Creel de la dirección del grupo senatorial panista y ahora reciben, por lo pronto TV Azteca, un rudo golpe al menos en términos de imagen: no se les consultó el nombramiento o no pudieron evitarlo.
Naturalmente, no es una nueva postura de Calderón ante el duopolio lo que explicaría la designación de Gómez Mont. El sorpresivo nombramiento, conservado en la discreción hasta que se hizo público a las 8 de la mañana de ayer puede ser explicado desde distintos miradores. Por un lado, la afinidad de sus familias, integrantes de las generaciones en que militar en el PAN era un esfuerzo no siempre coronado por el éxito. Luis Calderón Vega y Felipe Gómez Mont compartieron luchas, si bien desde diversas posiciones y con distintos resultados: Calderón fue un militante de a pie (que al cabo de sus días renunció a un PAN que ya no se parecía al que le mereció la entrega de su vida) mientras que Gómez Mont fue diputado federal tres veces y mantuvo un próspero despacho de derecho penal con Raúl F. Cárdenas, que fue rector de
Una segunda razón para nombrar al Secretario de Gobernación, fue la tardíamente adquirida conciencia de que gobernar sólo con los miembros de un círculo estrecho cancela o disminuye la visión y adopción de criterios nuevos, no surgidos de la ceguera de taller. Al mismo tiempo, designar a Gómez Mont sirve para satisfacer a quienes desde dentro del partido deseaban el ingreso de un panista que honrara la historia del partido sin perderse en el pragmatismo de la última hora. Si bien Gómez Mont no ignorará que depende de quien lo nombró y le debe lealtad (que es prenda que Calderón espera en grado extremo de sus colaboradores), lo cierto es que el carácter y la trayectoria del sucesor de Juan Camilo Mouriño permitirá al Presidente tener un interlocutor y no sólo un ejecutante de sus instrucciones.
Volveremos a reflexionar sobre las razones políticas, independientemente de las personales, que no podemos conocer porque corresponden al fuero interno de Calderón. Señalemos por ahora, en cambio, el lastre más evidente de Gómez Mont, que es su inexperiencia en tareas ejecutivas.
Jenaro Villamil/Proceso
Desde las 20 horas del martes 4, cuando aún no se confirmaba oficialmente la muerte de Juan Camilo Mouriño y de ocho acompañantes, incluyendo al extitular de
Gobernadores, partidos, dirigentes sindicales, empresarios, concesionarios, iglesias, cámaras y legisladores aprovecharon la tragedia para promoverse a plana entera. En 80% de los casos sólo les interesó un fallecido: el secretario de Gobernación. Fue una minoría la que mencionó a las nueve víctimas que volaban en el Learjet 45 y verdaderas excepciones los que se refirieron a los automovilistas y transeúntes que fallecieron por la explosión del avión.
Álvaro Delgado
MÉXICO, D.F., 10 de noviembre (Apro).- Compañero de aula de Felipe Calderón en la Escuela Libre de Derecho, pero sobre todo amigo y socio de Diego Fernández de Cevallos, Fernando Gómez Mont asumió la Secretaría de Gobernación bajo el estigma de ser uno de los "abogados del diablo", conocido así por la relevancia criminal de sus clientes y de incurrir, presuntamente, en conflictos de interés.
Asesor de los expresidentes priistas Ernesto Zedillo y de Carlos Salinas, Fernando Gómez Mont es hijo de Felipe Gómez Mont, fundador del PAN y prominente abogado, cuya cartera de clientes es contrastante: Mientras el padre defendió al pintor David Alfaro Siqueiros y al guerrillero Fidel Castro, el hijo patrocinó a delincuentes de "cuello blanco", como Carlos Cabal Peniche, Gerardo de Prevoisin, Jorge Lankenau, Rogelio Montemayor, Tomás Peñalosa...
La característica de los clientes de Fernando Gómez Mont no es anodina: Él mismo operó, como presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados, una reforma penal propuesta por Carlos Salinas, para no considerar delitos graves acciones delictivas en detrimento del patrimonio nacional y, por tanto, varios de esos personajes no pisaron la cárcel en México.
MARCELA TURATI, reportera.
Revista Proceso (www.proceso.com.mx) # 1671, 9/11/2008
Testimonios de quienes vieron desplomarse el jet ejecutivo en el que viajaba el secretario de Gobernación coinciden: el aparato se precipitaba incendiándose de la "cola" o una "aleta". En la siguiente crónica, esos relatos de quienes estuvieron en la zona donde se estrelló la nave, junto con los de algunos sobrevivientes, revelan también la dimensión de los temores que se hallan enquistados en el ánimo de los capitalinos: "¡Fueron los narcos, fueron los narcos..."
Las descripciones populares:
Una bola de fuego cruza el aire. Tiene ruido de motor y forma de miniavión blanco. La nave vuela encendida. Lleva lumbre. En "la aleta", dicen unos; en "la cola", recuerdan otros. Se desploma casi en Periférico y en hora pico. Jala un cable de alta tensión. Provoca un apagón. Cimbra el suelo. Explota y se hace llamas. Contagia de fuego todo a la redonda. Enciende autos, los quema uno tras otro, con todo y tripulantes. Abrasa a personas que estaban en la calle. Ilumina el cielo de color naranja y lo deja encendido durante horas.