domingo, 31 de agosto de 2008

Decenas de miles corean en el Zócalo el reclamo: “¡si no pueden, renuncien!”



Ignorando la instrucción de los organizadores, muchos llevan pancartas, algunas contra Calderón

Arturo Cano

A la hora programada, y a pesar de que los desesperados se habían adelantado con las estrofas cuatro o cinco veces, se canta el Himno Nacional, se apagan las luces de Palacio Nacional, los marchistas batallan para mantener encendidas sus veladoras, doblan las campanas de Catedral y el enorme sapo que Alejandro Martí soltó hace unos días se apodera del corazón del país: “¡Si no pueden, renuncien!”

viernes, 29 de agosto de 2008

PLAZA PÚBLICA/Dos marchas, 40 años


Miguel Angel Granados Chapa


Mañana al anochecer se efectuará en la Ciudad de México (y caminatas semejantes ocurrirán en 55 ciudades más) la marcha cuyo lema es “Iluminemos (a) México” en protesta contra la inseguridad que se extiende por todo el País. 40 años atrás, el 27 de agosto de 1968, tuvo lugar la mayor expresión multitudinaria de la movilización estudiantil y ciudadana que aquel año buscaba respeto a las libertades públicas. Con cuatro décadas de distancia, esas marchas muestran la necesidad de participación de la gente en los asuntos de su incumbencia


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lunes, 25 de agosto de 2008

Dulce y Candy, desde BC


Talentosas chicas de Mexicali que hacen un noticiero fuera de lo común. Nadie podrá decir que Nah es totalmente frívolo o totalmente formal y tedioso. Es más, no es ninguna de las tres cosas.

jueves, 21 de agosto de 2008

Hechos que matan… fotos

• La carencia del método
• Duda existencial

Quien piensa poco, mi estimado, se equivoca mucho. El divertido letargo intencional de este régimen de civiles de chisguete parece mostrar síntomas claros de estupidez crónica. Hoy que la República se reúne para (satisfacer un disfuncional morbo social de una llamativa foto) afinar la solidez de un acuerdo para la seguridad que claramente está establecido por ley en varias instituciones, el sonriente respetable se pregunta con excelsa ingenuidad si estos imb…erbes en el poder (del no poder) tienen, a estas alturas del partido, el análisis claro del complejo diagnóstico general alrededor de un problema como los es la organizada delincuencia.

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Qué esperar del Consejo de hoy



Miguel Ángel Granados Chapa/Plaza Pública


“No hay nada que lesione tanto a México en este momento como la delincuencia y el crimen, no hay nada más indignante para la sociedad que la impunidad. Las autoridades de todo el País tenemos una gran deuda con los mexicanos. La sociedad exige de nosotros una entrega total y sin descanso, es nuestro deber garantizar la seguridad”.

Estas son algunas de las palabras presidenciales al abrir la sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública. No es que con trato preferencial se nos haya anticipado la versión del discurso del Ejecutivo en la reunión de esta tarde. En realidad, se trata de lo dicho por Vicente Fox en la XX sesión del consejo que hoy celebra la número XXIII. Para infortunio de todos Felipe Calderón podría incluir un párrafo semejante al pronunciado por su antecesor el 31 de enero de 2006. O a lo dicho por Ernesto Zedillo el 29 de enero de 1999 en la reunión equivalente: “Como gobernantes, tenemos una gran deuda pendiente con nuestro pueblo en materia de seguridad pública”. Es seguro que hoy por la tarde, con formulaciones semejantes o diferentes se mencione de nuevo ese adeudo social, no sólo insoluto sino acrecentado al paso de los años en la medida en que creció la inseguridad que hoy abruma de alguna manera a todos en el País.

(En más de un momento las reuniones sociales en las clases media y alta se iniciaban con una advertencia: sólo se permitía narrar un episodio de violencia de que los presentes tuvieran noticia, por haberlo padecido directamente o por comunicación comprobable. Se pedía esa contención para no dedicar íntegramente la tertulia o la fiesta a exponer y escuchar casos desgarradores, que por sí mismos y sus consecuencias alteran por siempre la vida de una persona. Hoy no resisto dedicar unas líneas al caso de un empresario que al cabo de toda una vida de trabajo ha sufrido serios quebrantos a manos de la delincuencia: el año pasado, un camión cargado de mercancía importada por él para su distribución en la Ciudad de México fue asaltado apenas traspuso la aduana en Nuevo Laredo. Fue imposible no digamos el hallazgo, la restitución del cargamento y la aprehensión de los ladrones sino ni siquiera la denuncia del hecho, pues los agentes aduanales que debieron presentarla se abstuvieron de hacerlo, temerosos de represalias de los asaltantes o corrompidos por ellos. Y hace dos semanas, al salir de una sucursal bancaria con el importe de la nómina sus empleados sufrieron otro asalto, también sin remedio hasta ahora).

Desde 1996 en que se iniciaron, las sesiones del Consejo Nacional de Seguridad Pública, algunas impulsadas por la indignación social como la de esta tarde, se han caracterizado por la verborrea, los sentimientos de culpa y la exposición de buenos deseos. Muy pocos de los acuerdos adoptados en las veintidós sesiones hasta ahora ocurridas se convirtieron en medidas que funcionan, así sea de modo insuficiente o con lentitud, como el Registro Nacional de Vehículos. Los más se pierden por completo en la esterilidad burocrática. Algunos renacen de tanto en tanto: la decisión de establecer una Academia Nacional de Policía se transformó al paso de estos años en un programa de profesionalización que tampoco se concretó.

El tema recurrente en las sesiones del consejo es el dinero. Allí se deciden los criterios de asignación del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública, un suculento caudal de recursos cuyo monto casi se ha triplicado en una década, desde 2,407 millones de pesos en 1997 hasta más de seis mil millones en este año. Pero no basta decidir la cuantía del Fondo y determinar la suma que corresponde a cada entidad. En la vida práctica de todos los días la buena voluntad expresada en este punto en las sesiones del Consejo se estrella con obstáculos que impiden que el gasto se materialice y sea percibido por los ciudadanos en disminución de la inseguridad.

Vamos, es que ni siquiera se ejerce lo acordado. La semana pasada Germán Martínez hizo notar que el año pasado sólo se gastó en todo el País la mitad de lo autorizado; es decir, que las entidades dejaron de ejercer 50.3% de lo que hubieran podido aplicar a programas de seguridad. Y en este año, según dijo, hay entidades que no han tocado un peso de lo que se les asignó, como Aguascalientes y el Estado de México. El DF se les aproxima con un subejercicio de 97%. En cambio, están al día en aprovechar los suministros federales del caso los gobiernos de Jalisco, Veracruz y Zacatecas.

El desorden en el ejercicio del gasto comienza por su registro deficiente. El informe que recibe el Congreso sobre las finanzas públicas asegura que de los seis mil millones de pesos del Fondo mencionado, en el primer semestre se entregaron a los estados 2,977 millones de pesos. Pero la Unidad de coordinación con las entidades federativas de la Secretaría de Hacienda dice que son 3,600 millones. Y el subsecretario de Egresos Dionisio Pérez Jácome, asegura haber “canalizado conforme a lo programado, más de cuatro mil millones de pesos” (El Financiero, 20 de agosto).

Las pesimistas notas anteriores tienen el propósito de desalentar a los lectores que esperan de la sesión de hoy del Consejo Nacional de Seguridad Pública decisiones que por su contundencia y viabilidad hagan estremecer a la delincuencia organizada. Y tampoco mueven al optimismo las generalidades del borrador del Acuerdo Nacional para la Legalidad y la Seguridad, anticipado ayer por Reforma.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Crean en la UNAM el primer auto híbrido mexicano


El Ecovía funcionará con hidrógeno, celdas de combustible y energía eléctrica; participa un grupo de estudiantes y profesionales de diseño Industrial y Gráfico, de las ingenierías Mecatrónica, Mecánica y Electrónica, además de Administración


Ciudad de México (Especial).-En tres meses, en la UNAM estará listo el prototipo del primer vehículo compacto híbrido mexicano, el Ecovía, que funcionará con hidrógeno, celdas de combustible y energía eléctrica.

Forma parte del macroproyecto La Ciudad Universitaria y la Energía, que depende del Posgrado en Diseño Industrial, con sede en la Facultad de Arquitectura, enmarcado en el Programa Transdisciplinario en Investigación y Desarrollo para Facultades y Escuelas.

“El Ecovía es un concepto de automóvil estrechamente relacionado con el contexto universitario. No es sólo una integración técnica que puede rodar, sino también un vehículo que podrá resolver necesidades de usuarios específicos”, comentó el coordinador del Posgrado en Diseño Industrial y director de esta iniciativa, Óscar Salinas Flores.

Este vehículo ecológico y multifuncional está pensado para apoyar algunos servicios que ofrece la UNAM a su comunidad y visitantes, como vigilancia, auxilio vial y médico, transporte de personas y distribución de paquetería y correo.

Ésta es la primera universidad pública del país que cubrirá totalmente los costos de un proyecto de este tipo. En él participa un grupo de estudiantes y profesionales de diseño Industrial y Gráfico, de las ingenierías Mecatrónica, Mecánica y Electrónica, además de Administración.

Compacto, ágil, con un desplazamiento fácil dentro de CU, el Ecovía es un 2 más 1: en la parte delantera puede transportar dos pasajeros; y en la posterior, diferentes accesorios. En vez de llenarse con gasolina, los dos tanques se cargan con hidrógeno que, al entrar en contacto con las celdas de combustible, genera la energía eléctrica con que trabaja el motor.

“Este vehículo tiene otra ventaja –apuntó el coordinador y jefe de Diseño del proyecto Ecovía, Gerardo Arzate Pérez–: cuando no está en movimiento, la energía generada en las celdas de combustible se almacena en una batería para que pueda usarse posteriormente”. Cuando los tanques no contengan hidrógeno, ese aditamento podrá conectarse a una toma de corriente para recargarse.

El prototipo –que requirió de dos años de trabajo para su obtención– no generará ruido, ni emitirá bióxido ni monóxido de carbono, ni ningún otro tipo de contaminante. Por el escape sólo saldrá vapor de agua y calor. De esta manera, la UNAM hace una aportación importante para combatir el cambio climático.

Asimismo, integra desarrollos propios: la carrocería y la estructura fueron hechas totalmente en la Universidad Nacional, y componentes importados: los tanques provienen de Inglaterra; la batería, de China; las celdas de combustible, de Estados Unidos, y los asientos, de Italia.

Se desarrollan las celdas de combustible en el Centro de Investigación en Energía, a fin de alcanzar mayor capacidad, y lo mismo sucede con la batería y el motor. Así podrá reducirse muchísimo el costo del siguiente prototipo, resaltó Salinas Flores.

El diseño del Ecovía es una abstracción delicada de la figura de un puma, el símbolo de la UNAM. Los ojos del felino inspiraron los faros del frente; la parte posterior del cráneo y la cola del animal, la parte trasera del vehículo, y la imagen más agresiva de una secuencia de un ejemplar en salto, los laterales, comentó Arzate Pérez.

“India ya fabrica un carrito extraordinario que, si bien fue diseñado específicamente para su población, se venderá en todo el mundo. China hace algo similar”. En este sentido, el Ecovía es un vehículo con personalidad y presencia para competir a nivel internacional”, puntualizó Salinas.

“Hay quien cree que hubiera sido mejor comprar un modelo y ponerlo a funcionar. Urge cambiar de mentalidad. Si se piensa así, se seguirá dependiendo del exterior. Es necesario diseñar y crear transportes mexicanos, y para ello hay que inyectar recursos a proyectos como Ecovía”, señaló.

El financiamiento suma cuatro millones de pesos, lo que representa un esfuerzo enorme para una universidad pública como la UNAM; pero si esa cantidad se compara con la de proyectos similares de otras partes del mundo, es la décima parte. “Se trata de una inversión; no de un gasto”, afirmó el especialista.

Esta casa de estudios posee 150 vehículos de vigilancia. Al respecto, Arzate refirió que si todos fueran sustituidos por el Ecovía, no se tendría que comprar autos a las transnacionales automotrices, pues se podría solucionar el problema de consumo interno de vehículos y México tendría la flotilla de hidrógeno más grande del mundo.

Para determinar la utilidad de este vehículo ecológico y el perfil de los posibles usuarios, a 60 choferes, vigilantes, paramédicos y repartidores de la UNAM se les aplicó un estudio antropométrico en el Laboratorio de Ergonomía del Posgrado en Diseño Industrial.

Si la parte trasera se usase como cajuela, serviría para vigilancia o de transporte de personal; si se le agregara una camilla, de auxilio médico, y si llevase un remolque, de distribución de paquetería y correo.

Este auto mide de largo de 3.40 a 3.50 metros; tiene 1.50 m de altura y 1.40 m de ancho; puede alcanzar 80 kilómetros por hora, tiene 300 km de autonomía con dos tanques de hidrógeno, y 70 km con la batería cargada.

Venden a México



Una empresa con sede en Houston, Texas, ofrece en venta las islas Blanca y El Pastel, situadas en la bahía de San Carlos, en Sonora, a quince minutos de Guaymas.

lunes, 18 de agosto de 2008

Delincuencia organizada en todas partes

Balance Olímpico■ Los Juegos de Phelps


Pedro Aldana Aranda

paldana@jornada.com.mx


Los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 no sólo serán recordados por el dominio de los anfitriones, quienes han desplazado a Estados Unidos del sitio de honor en el medallero, al sumar hasta ayer 35 de oro, 13 de plata y 13 de bronce, para un total de 61, sino también serán el referente de la hazaña lograda por el nadador estadunidense Michael Phelps, quien está en la cima del olimpo al conquistar ocho preseas de oro en una misma justa, lo que nadie antes había hecho (Mark Spitz ganó siete doradas en Munich 72) y se convirtió en el mejor atleta de la historia del olimpismo, pues suma 14 oros y dos bronces, ya que en Atenas obtuvo seis primeros y dos terceros lugares.


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A lucrar que hay inseguridad


Jorge Carrasco Araizaga


México, D.F., 18 de agosto (Apro).- Oportunista y retórico ha sido el habitante de Los Pinos en esta nueva crisis de inseguridad que padece México.

La ejecución de Fernando Martí, hijo de un prominente empresario del ramo deportivo, ha venido a exponer la falta de respuesta al problema por parte del Estado mexicano, empezando por quien ostenta su jefatura.

Pero también ha venido a revisar la relación de Calderón con uno de sus principales electores: la cúpula empresarial.

Agobiada por la inseguridad que la alcanzó hace algunos años, pero que la desbordó en el gobierno de Vicente Fox –como desde mediados de los 90 le ha ocurrido al mexicano medio–, en 2004 el empresariado mexicano promovió una de las manifestaciones de inconformidad más grande que se ha registrado en el país por un problema social.

Apoyados por la derecha extrema del país, el reclamo de los empresarios a Fox fue directo. Pero éste fue incapaz de articular una propuesta de solución.

Calderón no sólo quiere eludir la experiencia foxista, sino evitar a toda costa la confrontación con quienes fueron sus grandes electores.

La marcha que están organizando los organismos empresariales inexorablemente será una crítica hacia el gobierno federal.

Por eso, Calderón se está curando en salud para repartir responsabilidades en los otros dos poderes y hacer del tema un “asunto de Estado”.

Primero, en un franco oportunismo político, comenzó a lucrar con el asesinato de Martí al proponer al Congreso el endurecimiento de las penas a los secuestradores.

Fue un fiasco en cadena nacional. De inmediato, congresistas de distintos partidos lo enmendaron e hicieron ver lo retórico del discurso de Calderón. Su propuesta desechada desde hace años no fue más allá del apoyo de sus propagandistas.

No por nada, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Guillermo Ortiz Mayagoitia salió hace unos días a decir que no se trata de sacar leyes según la coyuntura, sino aquellas que en verdad sean útiles a la gente.

Aunque al ministro se le extravió la autocrítica, pues sobran los casos en que los jueces y magistrados han sido cómplices de la delincuencia, no le faltó razón al decir que la parte más importante del problema es responsabilidad del Ejecutivo.

Desde hace una década está demostrado que apenas el dos por ciento de los delincuentes acaba en la cárcel. El resto se evade principalmente en medio de la corrupción de los ministerios públicos.

Los expedientes están tan deliberadamente mal integrados que no hay justicia que sentencie a un delincuente por más que los hechos lo incriminen, pues lo que no está consignado en el expediente, no existe para el juez.

Como responsable del gobierno mexicano, Calderón tiene asignado por ley la responsabilidad de elaborar la política pública del país en materia de seguridad a través de la Secretaría de Seguridad Pública federal. Para ello cuenta con un gran presupuesto.

Pero no ha ido más que de improvisación en improvisación. El caso más evidente fue el de la unificación de la policía, tan cacareada por el titular de la dependencia, Genaro García Luna.

El gobierno de Calderón sencillamente no pudo con esa propuesta y ya de plano la abandonó. La alternativa fue la llamada Policía Federal, que es una más de las tantas que existen.

En materia de prevención del delito nada se conoce que haya emprendido este gobierno.

Mucho más fácil es lucrar políticamente con el tema.

La reunión del próximo jueves del Consejo Nacional de Seguridad Pública, que tendría que ser una más desde que se creó esa instancia desde 1997, será elevada por Calderón a un supuesto acto de Estado del que no saldrá nada de provecho más que una pretendida ganancia política.

miércoles, 13 de agosto de 2008

PLAZA PÚBLICA/El Gobierno de los peores



Miguel Ángel Granados Chapa

El estado de Puebla padece un Gobierno inescrupuloso por dondequiera que se le vea. La más reciente de las proezas de su gobernador Mario Marín haría reír de no ser por su gravedad intrínseca y lo que significa. Con un discurso ampuloso, lleno de lugares comunes, el ‘Gober Precioso’ despachó 15 vehículos con destino a todos los municipios poblanos. Se presumía que cargaban libros y otros materiales para la educación de casi dos millones de escolares. Pero los vehículos estaban vacíos. Fue sólo un montaje para el lucimiento del Ejecutivo local. (Reforma, 12 de agosto).


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