Cuenta el Daily Telegraph estos días que el indio Babu Sassi se ha convertido en una especie de héroe entre los trabajadores que están levantando el Burj Dubai. A una altura de 819 metros, Sassi es el operador de grúa del edificio más alto del mundo y se pasa semanas encerrado en su cabina porque, supuestamente, bajar y subir del edificio le lleva tanto tiempo que no le merece la pena.
La pregunta es: ¿para qué tanto esmero por construir hacia arriba en ese lugar, habiendo tanta superficie plana disponible? Una más de las cosas absurdas de la raza humana.
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