PLAZA DOMINICAL/Miguel Angel Granados Chapa

Dos de julio no se olvida

Hace un año, al cumplirse el primer aniversario de la polémica jornada electoral de que fue declarado formalmente triunfador, Felipe Calderón festejó aquella victoria y pidió al panismo (en la sede partidaria, en reunión celebratoria) “trabajar incansablemente por cerrar por completo cualquier herida o cualquier división que exista entre los mexicanos”. El miércoles pasado, en cambio, eligió guardar silencio ante la efeméride. Andaba de gira por Michoacán, donde recibió elogios del gobernador perredista Leonel Godoy. Se engañaría, sin embargo, si pensara que la actitud de su paisano es reveladora de que las heridas y divisiones provocadas por el proceso electoral de 2006 fueron restañadas o superadas.

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